RCD Espanyol 0 - Málaga 0, pacto de no agresión

Ayer volvió la Liga al estadio de Cornellá - El Prat, y se cosechó una entrada de poco más de 16000 personas. Una entrada normalita, pero que para un día entre semana, con la dificultad para que las peñas se puedan desplazar, me pareció una entrada aceptable para lo que estamos acostumbrados.

Venia el RCD Espanyol de perder 3-0 contra el Levante y no sabíamos como afectó este dato al equipo. También nos visitaba un equipo herido, el Málaga había perdido en casa por 0-5 y sabíamos que querrían resarcirse de este resultado.

El RCD Espanyol salió muy concentrado y con la posesión del balón. El Málaga estaba esperando en su campo y salía a la contra con peligro. Tuvimos bastantes ocasiones de gol en la primera parte, pero como en el partido contra el Levante, no fuimos capaces de meter ninguna. El Málaga sólo tuvo 2 zarpazos en la primera parte, 2 largueros que metieron el miedo en el cuerpo a todo el estadio de Cornellá - El Prat.

En la segunda parte la cosa cambió. Javier Aguirre hizo 2 cambios en el descanso, y el RCD Espanyol no funcionó tan bien como en la primera parte. El Málaga pasó a ser el amo del partido, y llegó con facilidad al área periquita. Kiko Casilla volvió a lucirse en todos los tiros del Málaga y en ataque sólo pudimos crear peligro con la salida de Thievy, a falta de 20 minutos para el final. La ocasión más clara del partido la tuvo Sergio García casi al final del partido. Un pase de Héctor Moreno que lo dejó solo ante el portero, y no supo materializarlo en gol.

Al final empate sin goles, que visto el partido parece lo más justo. Una parte para cada equipo, y las ocasiones de gol muy parecidas.

Lo más preocupante para el RCD Espanyol es la falta de gol. Llevamos muchos partidos sin marcar y eso pasa factura. La racha de malos resultados viene a partir de este dato, y hay que intentar cambiarla lo más rápido posible. El próximo partido no es el más indicado para eso, pero tenemos que empezar a materializar las ocasiones que tenemos.

Esperemos que en el partido del viernes no seamos una marioneta en manos del rival, y que los jugadores lo den todo en el campo.