No puede afirmarse, desde luego, que la temporada liguera haya comenzado con buen pie para el conjunto perico que, como bien conocen, tiene su hogar en el enclave catalán de
Cornellá - El Prat.
Tan sólo dos puntos sumados de los nueve posibles hasta el momento. Este supone el pobre bagaje del Espanyol en una Liga que sin duda no ha comenzado atinado.
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El conjunto blanquiazul lo tuvo bastante cerca, y estuvo a punto de imponer un buen golpe de efecto en su complicada visita al feudo realista, el estadio de Anoeta.
Un sensacional cabezazo de Willian José a únicamente doce minutos del pitido final acabaría neutralizando a la postre el tanto inicial del RCD Espanyol anotado por un inspirado Pablo Piatti en el 62. De esta forma, el Espanyol no pudo salvar la ropa a tiempo por tercera jornada consecutiva, y acabó entregando un partido que por momentos tuvo muy cerca.
El gol, posiblemente hiciese justicia a los méritos desplegados por ambas escuadras. Al Espanyol le faltó aportación ofensiva, que vino casi con cuentagotas, mientras que su rival vasco echó en falta cierta claridad en los metros finales, pese a intentarlo en todo momento.
No obstante, a los pericos les faltó aplomo para apagar el partido cuando más acuciaba la necesidad, y eso se acabaría plasmando en el electrónico al final, donde la Real obtendría un botín que buscaba con sus armas insistentemente.
Quique Sánchez Flores, técnico visitante, sorprendió a propios y extraños haciendo debutar a las primeras de cambio al sobrio y contrastadísimo guardameta gallego Diego López, un viejo conocido para todos los futboleros, en detrimento de hasta el momento desacertado en los dos partidos iniciales Roberto, también fichado en el mercado estival.
