El sábado llegábamos a Cornellá - El Prat pensando en que partido veríamos. Veníamos
de ver el viernes el derby entre el Betis y el Sevilla, un partido loco, muy
vistoso para el espectador y en el que se marcaron 6 goles. Acostumbrados al
juego de Javier Aguirre en los últimos partidos en casa, no podíamos pensar que
viviríamos algo muy parecido a lo que se vivió en Sevilla un día antes de
nuestro partido. Fue un partido igual de loco, y con un RCD Espanyol haciendo
un juego de ataque que no nos tiene acostumbrado.
Cornellá - El Prat presentó una entrada un poco mejor que la habitual, con
24000 espectadores en sus gradas. El día era primaveral, y no hacía nada de
frio. La hora no era mala, pero los problemas para aparcar en Cornellá - El
Prat los días que el centro comercial está abierto, son inevitables. Llegando 2
horas antes del partido, ya hay retenciones en la rotonda de acceso al estadio.
Esperemos que en próximas temporadas, se vayan arreglando los problemas en los
accesos para los vehículos privados que vienen a Cornellá -El Prat.
La primera parte del RCD Espanyol fue de las mejores que hemos visto en el
estadio. Se tuvieron muchas ocasiones de gol y se podía haber sentenciado el
partido, pero se falló en la finalización de estas jugadas, y sólo se pudo
materializar la última de la primera parte, en el tiempo añadido, un buen
cabezazo de Wakaso, nos puso en ventaja antes de irnos al vestuario. Era un
resultado corto para los méritos de los 2 equipos. Se protestaron 2 posibles
penaltys para el RCD Espanyol, pero yo creo que ninguno de los 2 fue claro.
Todos sabíamos que es muy peligroso perdonar tantas ocasiones de gol, sobre
todo con un rival como el Valencia, que tiene mucha pólvora en ataque. Ya
sabemos el dicho, que quien perdona, acaba perdiendo. Nos faltó poco para que
se hiciera realidad. El Valencia salió muy fuerte en la segunda parte, y
consiguió empatar el partido con un gol de Canales. El RCD Espanyol siguió
jugando un buen partido, y consiguió marcar el 2-1, por medio de Verdú. Parecía
que la victoria se quedaría en Cornellá - El Prat, quedaban 10 minutos y el
Valencia no había llegado con mucho peligro. El árbitro se comió un penalty a
Sergio García (este sí que fue muy claro), y el Valencia remontó el partido en
5 minutos. Cuando la derrota parecía clara, Sergio García se sacó un chute
imposible en el último minuto, y puso el empate en el marcador.
El RCD Espanyol jugó su mejor partido en casa, y creo que nos merecimos la
victoria. Un punto en el último minuto suele saber a victoria, pero visto el
trascurso del partido, creo que pudimos ganar los 3 puntos en la primera parte,
si no hubiéramos perdonado tanto. Al menos en este partido se ha demostrado,
que con Javier Aguirre también se puede jugar al ataque y ver buen
fútbol.